While the Apocalypse – Blog
Visual Arts · Culture · Design · Fashion · Advertise · Comunity · Science · Technology
Escrito por Tomàs Fuentes
Todo el mundo conoce a los pitufos, esos seres azules, diminutos y adorables… Un momento, ¿adorables? Eso es lo que quieren que creamos.
Estamos acostumbrados a ver en los medios auténticas barbaridades perpetradas por chavales cada vez más jóvenes, y a hacer asociaciones de ideas tipo «el asesino era fan de The Walking Dead» o «los agresores eran admiradores de la serie Dexter». Inmediatamente saltan todas las alarmas: ¿deberíamos controlar los contenidos que consumen nuestros hijos? ¿La televisión banaliza la violencia y la discriminación? Pues no, mire, caballero. Si su hijo le ha pegado un puñetazo a otro niño no es culpa de Bob Esponja.
La culpa es de usted por no enseñarle que eso no se debe hacer. Yo crecí viendo Bola de dragón y a la mínima señal de peligro salgo corriendo, gritando y agitando las manos al cielo, en lugar de enzarzarme en una batalla a vida o muerte con aquel que me amenaza. ¿Cobarde? Sí; pero no tendrán que usar las bolas de dragón para resucitarme.
Las podrán emplear para cosas más útiles, como salvar la humanidad o hacer una donación millonaria a la Wikipedia, y callar de una vez a Jimmy Wales. Muchos de estos padres que han delegado la educación de sus hijos a la televisión acostumbran a argumentar que «ya no hay dibujos animados como los de antes». Supongo que se refieren a series como Heidi, donde una niña es abandonada en los Alpes junto a un viejo estúpido; o a Marco, donde la madre se fuga a Argentina a hacer vete a saber qué.
[…] Jot Down Cultural Magazine Leer más