Había pasado tanto tiempo..,
el camino fue largo, a menudo en círculos,
toda esa piedra fue testigo.
En oportunidades Dios me habló:
«Haré de tu vida un infierno»
Así lograba conciliar el sueño.
Las noches eran cortas y los días eran largos,
me desperté con las muelas destrozadas.
Cómo ha podido suceder? (desorientado)
«¡Nunca volverás a tu hogar!»
me gritó Dios.
Los edificios, las calles que encontré aseguraban
que no habría retorno alguno,
el bucle era perfecto.
El futuro había llegado y también se había ido.
De eso hace ya unos años,
nadie lo recuerda pero así fue.