While the Apocalypse – Blog
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Escrito por Juan José Gómez Cadenas
Foto arriba: Módulo Óptico Largo. Es un componente del detector que contiene fotomultiplicadores encargados de detectar la luz de Cherenkov producida por partículas cargadas en el agua.
Primeros días de diciembre, año 1930. En el congreso de Tübingen, en Alemania, los científicos allí reunidos debaten apasionadamente sobre el misterio de la desintegración beta. Ciertos núcleos radioactivos emiten partículas beta (electrones), cuya energía es siempre inferior a la que se espera (es decir la diferencia de masas entre el núcleo padre y el núcleo hijo).
Los resultados de numerosos experimentos confirman que, lejos de mostrar el valor constante que estipulan las leyes de la física, los electrones emitidos en la desintegración exhiben un continuo de energía, sin llegar nunca a la que deberían tener. Se diría que la energía no se conserva, lo cual, para los físicos es una blasfemia inaceptable.
Tanto es así, que un joven catedrático alemán, Wolfang Pauli (tiene apenas 30 años, pero ya es famoso por sus trabajos en mecánica cuántica) se atreve a proponer una «solución desesperada», en sus propias palabras. No lo hace en persona, sino a través de una carta que envía al congreso y lee un asistente. El encabezamiento de la carta es tan famoso en el gremio como su atrevida hipótesis: Liebe und Radioaktive Damen und Herren. […]
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